Nativa del este de África - Zanzíbar y Tanzania -, pertenece a la familia Araceae.
Coloquialmente se la conoce como Planta del Armario, Planta Cuervo o ZZ porque gracias a las reservas internas de agua y nutrientes tolera épocas de poca luz. Elegante, de porte erguido, con hojas brillantes y todo terreno, la Zamioculca es la GRAN planta de moda gracias a todas sus ventajas: resistente a la poca luz, al poco riego y limpia toxinas el aire, tales como xileno, etilbenceno o tolueno.
Superfácil
Tóxica
Indirecta muy alta
Escaso
Tolera una amplia gama de luz indirecta, pero ideal adaptarnos a sus necesidades para que crezca a buen ritmo, fuerte y sana.
La Zamioculca prefiere estar en un lugar muy luminoso, con luz indirecta brillante. Hablamos de emplazamientos cercanos a ventanas muy bien iluminadas durante todo el día y con vistas directas al cielo. Los rayos de sol entran dentro de casa e inciden sobre la planta, pero durante muy pocas horas. Ideal si recibe el sol directo de 1a hora de la mañana o última de la tarde, es un sol bajo que no quema, como el de invierno. Los rayos pueden ser difusos gracias a cortinas o vinilos.
También tolera la poca luz (luz indirecta baja), pero crecerá más lentamente. Evitar el sol directo fuerte, quemaría sus hojas.
Moderado-débil, ¡controla el pulso! La tierra debe quedar húmeda.
La Zamioculca es una planta que retiene agua dentro gracias a su estructura y a los rizomas, que actúan como órganos almacenadores de agua y nutrientes. Por ello, regaremos cuando la tierra esté totalmente seca. Puedes olvidarte un poco de ella, gracias a sus reservas seguirá luciendo perfecta. Espacia los riegos en invierno.
Elimina el exceso de agua que quede en el plato de la maceta.
Consejo: comprueba el sustrato en vez de tener un día a la semana marcado para regar, hay varios factores que afectan a la velocidad en la que se seca el sustrato. Puedes hundir un lápiz y retirar a los segundos, si sale seco y sin tierra adherida, toca regar.
Baja.
Gracias a sus hojas gruesas y cerosas, las Zamioculcas se adaptan a la humedad ambiental del hogar. Retienen mucha agua dentro.Pero si ves que los bordes de las hojas empiezan a secarse y crujir, indicará que el entorno es demasiado seco para ella. No lo dudes y apórtale humedad ambiental.
No dudes en juntarla con otras plantas, entre ellas cooperan y comparten la humedad que generan; puedes pulverizar sus hojas y añadir un plato en la base de la maceta con bolas de arcilla o greda volcánica y agua -sin que toque la maceta-.
Si nada de lo comentado fuera suficiente, siempre puedes aumentar la humedad alrededor de la Zamioculca con la ayuda de un humidificador.
Trasplanta tu Zamioculca entre primavera-otoño, cuando las raíces y rizomas la empujen fuera de la maceta, salgan por la superficie y hayan conquistado toda la maceta. Si no lo tienes claro, saca la planta de la maceta y míralo.
Usa un tiesto 2 números superior al antiguo, idealmente de terracota (aunque esto va a gustos) y con agujeros de drenaje. No hay que ser muy generoso con el tamaño de la maceta, estar algo prieta le encaja y prospera bien.