Nativa de África occidental, pertenece a la familia Asparagaceae.
A la Sansevieria trifasciata también se la conoce como Lengua de suegra o Espada de San Jorge, y es una de esas plantas que nunca pasan de moda. Fue un pilar en la decoración de interiores durante décadas y ahora sigue siendo una opción preferida. Su apariencia elegante y minimalista, junto con su extraordinaria resistencia, la convierten en un clásico que no puede faltar en ningún hogar. Es, sin duda, una de las plantas más versátiles y fáciles de cuidar, ¡un básico indispensable para cualquier principiante y amante de las plantas! Si aún no tienes una Sansevieria trifasciata, ¿a qué estás esperando?
DIFICULTAD
Superfácil
TOXICIDAD
Tóxica
LUZ
Indirecta muy alta
RIEGO
Escaso
La Sansevieria trifasciata es una planta todoterreno que se adapta tanto a interiores como exteriores. Tolera una amplia gama de luz indirecta, pero ideal adaptarnos a sus necesidades para que crezca a buen ritmo, fuerte, sana y vigorosa.
En interiores, prosperará genial en un lugar luminoso, con luz indirecta brillante. Hablamos de emplazamientos cercanos a ventanas muy bien iluminadas durante todo el día y con vistas directas al cielo. Puede recibir un par de horas de sol directo de 1a hora de la mañana o última de la tarde, ya que es un sol bajo que no quema, como el de invierno.
Tolera la luz indirecta media o poca luz, pero crecerá más lentamente.
Evita la luz solar directa prolongada, ya que puede quemar sus hojas.
Si decides tenerla en exteriores, procura que esté en una zona de semisombra y protegida del sol directo y de las heladas.
¡Olvídate de regar constantemente! La Sansevieria trifasciata necesita muy poca agua para mantenerse saludable. Es vital dejar que el sustrato se seque completamente entre riegos, ya que es una planta suculenta y no soporta el exceso de humedad en la tierra. Un riego excesivo puede llevar a la pudrición de las raíces.
Consejo: No te preocupes si te olvidas de regarla durante un tiempo. La Sansevieria prefiere la sequedad a un exceso de agua y gracias a la estructura de sus hojas, que retienen mucha agua dentro, podrá aguantar varios días con la tierra seca.
La Sansevieria trifasciata es una planta que se adapta perfectamente a ambientes con baja humedad.
Trasplanta tu Sansevieria trifasciata cuando notes que las raíces comienzan a sobresalir por los agujeros de drenaje de la maceta. Prefiere tiestos pequeños algo ajustados, así que no te apresures a cambiarla a una maceta muy grande si no es necesario.
Consejo: Si ves que las hojas se vuelven blandas o caídas, puede ser señal de que la planta necesita más espacio para crecer, o bien, que está recibiendo demasiada agua.
