Planta nativa de México, Brasil y Perú, pertenece a la familia Malvaceae.
La Pachira aquatica es un árbol tropical muy ornamental al que le encanta la humedad ambiental de forma constante.
Dicen que atrae prosperidad y dinero, por eso también se la conoce como Árbol del dinero. La leyenda cuenta que un agricultor pobre de Taiwán suplicó ayuda a los Dioses. Un día se encontró con una Pachira creyendo ser una ofrenda y la empezó a reproducir y trenzar, siendo tan bella que empezó a venderla hasta hacerse rico.
Fácil
No tóxica
Indirecta alta
Moderado
La Pachira es algo caprichosa con la luz y el entorno. Va a necesitar que le busquemos un sitio con luz indirecta brillante-alta: hablamos de emplazamientos cercanos a ventanas muy bien iluminadas durante todo el día y con vistas directas al cielo. Ideal si recibe el sol directo de 1a hora de la mañana o última de la tarde, es un sol bajo que no quema, como el de invierno. Los rayos pueden ser difusos gracias a cortinas o vinilos.
Consejo: la Pachira necesita mucha luz, pero sus finísimas hojas pueden deshidratarse, lucir tristes, lacias y secarse en caso que esté recibiendo un exceso de luminosidad o calor. En este caso, aléjala un poco más de la ventana.
Evitar sol directo fuerte, quemaría sus hojas.
Moderado-débil, ¡controla el pulso! La tierra debe quedar húmeda y no encharcada.
La Pachira es una planta de raíces finas y delicadas al exceso de riego, a la vez que el tallo leñoso retiene mucha agua dentro. Por este motivo regaremos cuando el sustrato esté completamente seco, también el fondo, sobre todo. Cuando esté muy sedienta, sus hojas cederán y se volverán más finas de lo que ya son.
Elimina el exceso de agua que quede en el plato de la maceta.
Consejo: comprueba el sustrato en vez de tener un día a la semana marcado para regar, hay varios factores que afectan a la velocidad en la que se seca el sustrato. Puedes hundir un lápiz y retirar a los segundos, si sale seco y sin tierra adherida, toca regar.
Alta.
La Pachira es caprichosa con la humedad ambiental. Si tocas sus hojas notarás que son muy finas. Esto nos indica que no tienen tanta agua en su interior como otras plantas de hojas más gruesas. Por ello, la sequedad ambiental, corrientes de aire, calor, etc. provocarán que luzcan lacias, algo enroscadas o con los bordes marrones y secos.
De ser así, búscale un sitio donde quede resguardada y pulverízala a menudo, sobre todo durante las épocas calurosas, si el ambiente es seco o se enciende la calefacción/aire acondicionado (resecan el entorno).
Si crees que la necesidad de humedad es mayor, añade un plato en la base de la maceta con bolas de arcilla o greda volcánica y agua -sin que toque la base de la maceta-.
De no ser suficiente, usa un humidificador.
Si la Pachira ha tenido un buen ritmo de crecimiento, podrás trasplantarla cada año, durante primavera. Para saberlo, será ideal ver si las raíces aún tienen bastante espacio para crecer dentro de la maceta o no.
Usa un tiesto 2-3 tamaños superior al anterior, de terracota y con agujeros de drenaje.