Nativa de la región mediterránea, pertenece a la familia Lamiaceae.
La Lavanda dentata, también conocida como Lavanda francesa, es una planta subarbustiva aromática que se distingue por sus hojas dentadas y flores de un suave color lila que florecen durante gran parte del año. Esta planta es valorada tanto por su belleza ornamental como por su fragancia, lo que la convierte en una opción ideal para jardines y terrazas. Aunque es originaria de climas cálidos, la Lavanda dentata se adapta bien a diferentes entornos y puede soportar temperaturas frescas, pero no heladas, si se la protege adecuadamente.
Fácil
No tóxica
Directa
Moderado
Directa.
La Lavanda dentata adora y prospera con la luz solar, por lo que es ideal ubicarla en un lugar donde reciba luz directa durante varias horas al día. También puede crecer bien en luz indirecta alta, pero es en el sol directo donde florece mejor y mantiene un follaje denso y saludable. Si quisieras tenerla en interiores, colócala cerca de una ventana orientada al sur o al oeste para asegurarle la cantidad de sol directo y luminosidad que necesita.
Consejo: esta planta perenne agradece el clima templado y cálido y con inviernos suaves sin muchas heladas. Con estas condiciones, se puede disfrutar en exterior durante todo el año. Sin embargo, en zonas donde los inviernos son más duros, es recomendable resguardarla, especialmente si se cultiva en maceta. Debe estar bien protegida de los vientos fuertes y el frío.
Moderado, ¡sin encharcar el sustrato! Debe quedar húmedo.
El riego de la Lavanda dentata debe ser moderado, permitiendo que el sustrato se seque completamente entre riegos. Es importante no regar en exceso, ya que la lavanda no tolerará los encharcamientos. Durante los meses de crecimiento activo y floración (primavera y verano) y dadas las altas temperaturas, deberás aumentar la frecuencia de riego, pero sin llegar a empapar el sustrato.
Consejo: comprueba el sustrato en vez de tener un día a la semana marcado para regar, hay varios factores que afectan a la velocidad en la que se seca el sustrato. Puedes hundir un lápiz y retirar a los segundos, si sale seco y sin tierra adherida, toca regar. El exceso de agua es la principal causa de problemas con la lavanda. Asegúrate de que la maceta tenga un buen drenaje.
Baja. No requiere pulverizaciones.
La Lavanda dentata es muy tolerante a la baja humedad y no necesita pulverizaciones. De hecho, prefiere ambientes secos, lo que la hace perfecta para climas mediterráneos o interiores con aire acondicionado.
Trasplanta tu Lavanda dentata cuando notes que las raíces han conquistado toda la maceta y ya salen por los agujeros de drenaje. Elige una maceta 2 números superior a la anterior, a poder ser de terracota y con agujeros de drenaje. Aunque no es muy exigente con el sustrato, ideal usar uno que esté bien aireado, drenado y sea fértil.
Consejo: Prefiere tiestos más bien pequeños, donde sus raíces puedan estar algo prietas. Para mantenerla compacta y estimular la floración, poda ligeramente después de la floración principal.