Kokedama (KOKE=musgo, DAMA=bola) es el nombre del arte japonés que consiste en elaborar una composición con plantas de forma artesanal. La técnica sustituye las macetas tradicionales que conocemos por una bola de musgo (de ahí su nombre) y así gozar de unas condiciones perfectas para su correcto desarrollo.
Esta disciplina derivó del cultivo del Bonsái (en China) y nació de la necesidad que tenían los japoneses de llevarse plantas del bosque a casa. Durante el viaje, la mayoría sufrían daños irreversibles hasta que descubrieron que envolviendo las raíces en musgo se mantenían, vivían y prosperaban perfectas.
Con el tiempo, esta necesidad se volvió arte y a finales del siglo XX ya era mundialmente conocida hasta el punto de convertirse en una moda en decoración de interiores.
DIFICULTAD
Variable
TOXICIDAD
Variable
LUZ
Variable
RIEGO
Variable
Cada kokedama tiene sus propias necesidades lumínicas, ya que depende de la variedad de planta que se haya usado para crearla. Por este motivo deberemos conocer el ejemplar y qué tipo de luz necesita para encontrar el mejor emplazamiento.
Evitar el sol directo o demasiada exposición al mismo.
Consejo: la bola de musgo se irá secando con el tiempo y cambiando de color verde a marrón. La velocidad va a depender de la cantidad de luz que necesite la planta. Esto es algo normal, la planta seguirá prosperando. Si estéticamente no te gusta, podrás sustituir el musgo viejo por uno más fresco.
La mejor manera de regar una planta kokedama es por inmersión: prepara un recipiente lleno de agua y sumerge la bola de musgo. Verás que de la misma saldrán muchas burbujas, cuando cesen, indicará que ya es momento de retirar la kokedama. Deja que el ejemplar escurra el exceso de agua de forma natural hasta que esté lista para devolverla a su emplazamiento.
La frecuencia de riego de las kokedamas depende de la variedad de cada planta. De modo que insistimos que será importante reconocer el ejemplar y cuáles son sus necesidades.
La humedad ambiental de la planta va a depender de la variedad.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el musgo es una planta que crece en lugares sombríos y húmedos, por lo que recomendamos pulverizar cada 2 días, de este modo la mantendremos fresca e hidratada más tiempo.
Se puede añadir un plato en la base de la maceta con bolas de arcilla o greda volcánica y agua -sin que toque la base de la bola- para que ésta se evapore y humedezca un poco el musgo.
Puedes cambiar la bola cuando veas que la planta se ha hecho muy grande y se ve desproporcionada o bien puedes cambiar el musgo cuando, una vez seco y marrón, deja de retener humedad y se debilita hasta el punto de no poder mantener el sustrato y se desmorona.
Si te animas a hacer una nueva kokedama, te pasamos una mezcla de sustrato ideal.
Mezcla:
3 aportes de sustrato universal.
1 aporte de fibra de coco.
1 aporte de akadama.
Medio aporte de perlita.
Medio aporte de humus de lombriz.
Consejo: recuerda que siempre podrás trasplantar la planta a una maceta con agujeros de drenaje. Asegúrate de buscarle un tamaño adecuado (mejor que sea ajustada), de retirar la capa de musgo y rellenar los huecos con sustrat
