Nativa de las selvas tropicales de América del Sur, pertenece a la familia Marantaceae.
La Calathea roseopicta es famosa por sus impresionantes hojas con patrones en verde oscuro, casi negro, y rayas rosadas que la hacen realmente única. A esta planta también se la conoce como Planta pavo real debido a la estructura de sus hojas y colores llamativos. Es perfecta para quienes buscan una planta decorativa que aporte un toque exótico y vibrante.
DIFICULTAD
Media
TOXICIDAD
No tóxica
LUZ
Indirecta media
RIEGO
Moderado
La Calathea roseopicta prefiere la luz indirecta media para mantener sus colores vivos y su patrón de hojas bien definido. Es crucial evitar la luz solar directa, ya que puede quemar sus delicadas hojas. Colócala en un lugar donde reciba luz filtrada o en una habitación bien iluminada, pero lejos de los rayos directos del sol.
Moderado, ¡sin encharcar el sustrato! Éste debe quedar húmedo y no empapado de agua.
Hay que ser constante con el riego de la Calathea roseopicta. Permite que el sustrato esté casi seco entre riego y riego, también el fondo. Es una planta indulgente si se pasa algún día seca, pero no puede ocurrirle muy a menudo.
Elimina el exceso de agua que quede en el plato de la maceta.
Consejo: comprueba el sustrato en vez de tener un día a la semana marcado para regar, hay varios factores que afectan a la velocidad en la que se seca el sustrato. Puedes hundir un lápiz y retirar a los segundos, si sale seco y sin tierra adherida, toca regar. Las Clatheas son caprichosa con el agua, si puedes y tienes tiempo, ideal que sea filtrada o reposada durante 24-48h (no añadas la última parte, ya que es donde podrían reposar algunas sustancias nocivas para esta planta). Si notas que las hojas se enroscan o se secan por los bordes, es probable que la plan
Alta.
Al igual que las Calatheas, a esta referencia también le gusta mucho la humedad ambiental.
No la coloques cerca de puertas o ventanas que se abran y se cierren constantemente, ni cerca de fuentes de calor o aire acondicionado, resecan el ambiente.
Júntala con otras plantas para que generen más humedad, pulverízala a menudo y añade un plato en la base de la maceta con bolas de arcilla o greda volcánica y agua -sin que toque la base de la maceta-.
Consejo: si las hojas se enroscan o se secan por los bordes, puede ser indicativo de falta de humedad. Será ideal ponerle un humidificador. También es probable que la planta esté sufriendo de falta o exceso de agua en el riego.
Trasplanta tu Calathea roseopicta preferiblemente en primavera. Hazlo cuando notes que la tierra tarda demasiado poco tiempo en secarse entre riegos y, sobretodo, las raíces asomen del agujero de drenaje. Si no lo tienes claro, sácala de la maceta y échale un ojo.
Cámbiala a un tiesto 1-2 números superior al antiguo, de terracota (aunque esto ya va a gustos) y es obligado que tenga agujeros de drenaje. La Calathea roseopicta se sentirá cómoda en macetas algo ajustadas y así también evitaremos ahogarla.
Consejo: si ves que las hojas más bajas/antiguas amarillean y se marchitan, entre otros motivos, puede ser que a las raíces les falte espacio. Utiliza un sustrato rico en materia orgánica y ligeramente ácido para mantener su salud óptima.
