Nativa de América del Sur, pertenece a la familia Nyctaginaceae.
El Bonsái Buganvilla es una versión en miniatura de la popular trepadora, conocida por sus vibrantes brácteas de colores vibrantes que rodean pequeñas flores blancas. Aún y su tamaño reducido, este bonsái mantiene todo el esplendor de su versión completa. Sus colores vivos y su forma delicada la vuelven una pieza central en cualquier colección de bonsáis.
DIFICULTAD
Media
TOXICIDAD
Tóxica
LUZ
Directa e indirecta
RIEGO
Moderado
Directa.
El Bonsái Buganvilla prospera en lugares con luz solar directa y así poder mantener sus brillantes brácteas y florecer. Le encanta el sol, por lo que lo ideal es ubicarla en un exterior donde reciba varias horas de luz directa al día para estimular su desarrollo. También puede adaptarse a una luz indirecta alta (recibiendo menos cantidad de sol), pero florecerá menos.
Consejo: esta planta perenne agradece el clima templado y cálido y con inviernos suaves sin heladas. En climas fríos, durante el invierno, es recomendable colocarlo cerca de una ventana soleada si se mantiene en interiores. En exteriores, ubícalo en un lugar soleado y bien protegido de los vientos fuertes.
Moderado-abundante, ¡sin encharcar el sustrato! Debe quedar húmedo. No lleva bien la sequía prolongada.
El riego del Bonsái Buganvilla debe ser moderado y uniforme, manteniendo el sustrato húmedo pero no encharcado. Durante primavera y verano, y dadas las altas temperaturas, deberás regar con frecuencia, manteniendo el sustrato ligeramente húmedo. En otoño-invierno, permite que la tierra esté seca o casi seca entre riegos.
No permitas que la planta se quede seca durante varios días, ¡no le gustará!
Elimina el exceso de agua que quede en el plato de la maceta.
Consejo: para evitar encharcamientos de cualquier tipo, el bonsái necesita un sustrato esponjoso, suelto y que drene muy bien el agua, ya que las raíces no deben permanecer en agua estancada y así la tierra siempre quedará húmeda y no empapada.
Baja.
El Bonsái Buganvilla se adapta bien a la humedad ambiental normal, pero hay que asegurarse de que no esté expuesto a un ambiente excesivamente seco: no lo coloques cerca de puertas o ventanas que se abran y se cierren constantemente, ni en medio de corrientes de aire de cualquier tipo o focos de calor (resecan el ambiente).
Si lo mantienes en interiores durante el invierno, un ligero aumento de la humedad puede ayudar a mantener las hojas y flores saludables. Será beneficioso pulverizar sus hojas.
Si no es suficiente, añade un plato en la base de la maceta con bolas de arcilla o greda volcánica y agua -sin que toque la base de la maceta-. Paralelamente, júntala con otras plantas, entre ellas cooperan y comparten la humedad que generan.
En caso de ser insuficiente, recomendamos usar un humidificador.
Trasplanta tu Bonsái Buganvilla cada 2 años, aproximadamente, preferiblemente en primavera, antes de que comience el crecimiento activo. Usa un sustrato específico para bonsáis que permita un buen drenaje y aireación. Ponle una maceta con agujeros de drenaje para evitar encharcamientos.
Durante el trasplante, es recomendable podar ligeramente las raíces para fomentar un crecimiento saludable y compacto. Aprovecha para retirar las ramas muertas, en mal estado o las que no te guste la dirección en la que estén creciendo, de este modo le facilitarás un buen crecimiento.
Consejo: asegúrate de fertilizar tu bonsái durante la temporada de crecimiento con un abono equilibrado específico para bonsáis, para mantenerlo fuerte y vibrante.
