Nativo de Japón y China, pertenece a la familia Sapindaceae.
Científicamente, al Bonsái Arce japonés se le llama Acer palmatum deshojo. Es uno de los bonsáis más apreciados por su elegancia y por la belleza de sus hojas, que cambian de color con las estaciones, pasando del verde intenso en primavera y verano a tonos rojos, naranjas y dorados en otoño. Es ideal para quienes buscan una planta que combine arte y naturaleza en su máxima expresión. Su crecimiento delicado y su necesidad de cuidados específicos lo convierten en una pieza central en cualquier colección de bonsáis.Media
No tóxica
Indirecta alta
Moderado
Luz indirecta alta.
El Bonsái Arce japonés es exigente con la luz para crecer sano y prefiere estar al aire libre. En este caso, habrá que buscarle un emplazamiento donde reciba luz filtrada o sombra parcial, como bajo la sombra de árboles más grandes. Agradecerá recibir el sol directo de 1a hora de la mañana o última de la tarde, es un sol bajo que no quema, como el de invierno.
Si se cultiva en el interior de casa, necesita un lugar muy luminoso, con luz indirecta alta. Hablamos de buscarle un emplazamiento cercano a una ventana muy bien iluminada durante todo el día y con vistas directas al cielo. También necesita recibir el sol directo de 1a hora de la mañana o última de la tarde. Los rayos pueden ser difusos gracias a cortinas o vinilos.
Sin embargo, e independientemente del emplazamiento, es importante protegerlo del sol intenso del mediodía, especialmente en verano, ya que puede quemar sus delicadas hojas.
Consejo: tolera bastante bien el frío (hasta -5º), pero no el calor. Por ello, si el verano de donde vivimos es muy, muy caluroso, tendremos que hidratarle debidamente y evitar que se queme.
Moderado-abundante, ¡sin encharcar el sustrato! Debe quedar húmedo. No lleva bien la sequía prolongada.
El riego del Bonsái Arce japonés debe ser moderado y uniforme, manteniendo el sustrato húmedo pero no encharcado. Durante primavera y verano, y dadas las altas temperaturas, deberás regar con frecuencia, manteniendo el sustrato ligeramente húmedo. En otoño-invierno, permite que la tierra esté seca o casi seca entre riegos.
No permitas que la planta se quede seca durante varios días, ¡no le gustará!
Elimina el exceso de agua que quede en el plato de la maceta.
Consejo: para evitar encharcamientos de cualquier tipo, el bonsái necesita un sustrato esponjoso, suelto y que drene muy bien el agua, ya que las raíces no deben permanecer en agua estancada y así la tierra siempre quedará húmeda y no empapada.
Alta.
El Bonsái Arce japonés necesita gozar de humedad ambiental alta, sus finas hojas se pueden deshidratar fácilmente.
Por ello, es beneficioso pulverizar sus hojas regularmente, sobre todo durante las épocas calurosas, si el ambiente es seco o se enciende la calefacción/aire acondicionado (resecan el entorno).
Si no es suficiente, añade un plato en la base de la maceta con bolas de arcilla o greda volcánica y agua -sin que toque la base de la maceta-. Paralelamente, júntala con otras plantas, entre ellas cooperan y comparten la humedad que generan.
En caso de ser insuficiente, recomendamos usar un humidificador.
Trasplanta tu Bonsái Arce Japonés cada 2 años, aproximadamente, preferiblemente en primavera, antes de que comience el crecimiento activo. Usa un sustrato específico para bonsáis que permita un buen drenaje y aireación. Ponle una maceta con agujeros de drenaje para evitar encharcamientos. Durante el trasplante, es recomendable podar ligeramente las raíces para fomentar un crecimiento saludable y compacto. Aprovecha para retirar las ramas muertas, en mal estado o las que no te guste la dirección en la que estén creciendo, de este modo le facilitarás un buen crecimiento.
Consejo: asegúrate de fertilizar tu bonsái durante la temporada de crecimiento con un abono equilibrado específico para bonsáis, para mantenerlo fuerte y vibrante.